sábado, 26 de abril de 2008

A la Asamblea Nacional Representativa de la Coordinadora Nacional de

Trabajadores de la Educación

A la Dirección Política Nacional de la CNTE

A los integrantes de la Comisión de la DPN para la sección 10

A las profesoras y profesores de la sección 10,

A todos los trabajadores de la educación

Compañeras y compañeros:

Nosotros, los profesores y profesoras de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, agrupados en Asamblea General de Representantes Sección 10 SNTE-CNTE, recibimos con entusiasmo la propuesta de la asamblea nacional representativa de la CNTE del 24 de febrero de 2008 de pugnar porque en las secciones en que haya dos o más grupos que se agrupan en la CNTE, hubiera un congreso unitario en preparación del congreso nacional de la CNTE.

Así lo manifestamos diciendo que en ese congreso deberían participar todas los compañeras y compañeros que se agrupan en la CNTE en la sección 10, y aún más, todos los que estuvieran de acuerdo en la lucha por la abrogación de la ley del ISSSTE, por la defensa de la escuela pública y por la defensa de la integridad e independencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

Sin embargo, hemos recibido con profunda decepción el escrito del “Consejo Central de Lucha de la sección 10 de la CNTE”, en el que niega cualquier posibilidad de realizar un congreso unitario.

En ese escrito “rechaza en forma terminante cualquier intento de presunta unidad con la AGR” con argumentos extraordinariamente formales como que se habló mal de algunos de ellos, que no se ha entregado algún informe de los compañeros de la AGR y que es un “sofisma” querer que haya un “congreso unitario”:

Por el contrario, nosotros creemos que hay elementos muy reales y concretos que obligan a unir fuerzas, y que de hecho en algunos momentos logran imponer la unidad.

En primer lugar, se requiere la unidad para luchar por la abrogación de la ley que destruye al ISSSTE solidario. Nuestros delegados en el pasado XVIII Congreso Extraordinario de la Sección 10, llamaron a la unidad de los delegados para luchar contra la ley calderonista del ISSSTE. De los cinco oradores que hablaron en la plenaria sobre este tema, tres fueron institucionales y los otros dos formaban parte de los delegados de AGR. Éstos llamaron a la unidad para que la sección 10 se pronunciara por la abrogación de la ley del ISSSTE).

En ese congreso se mostró que con una demanda común a la mayoría, es posible unir las voluntades de miembros de la CNTE, de institucionales y de compañeros sin filiación en la meta común de acabar con esa ley que liquida al sistema de pensiones.

En segundo lugar, se requiere la unidad para luchar por la defensa de la escuela pública. Por un lado, Gordillo y Calderón pretenden según ellos dar una “sacudida” al sistema nacional de educación, lo que en palabras llanas significa privatizar, pagar salarios por “méritos”, dar presupuesto de acuerdo con evaluaciones interesadas, en fin, aplicar los planes del Banco Mundial y de la OCDE. Y Por otro, en el DF nos enfrentamos a la idea de que los servicios educativos “se descentralicen” lo que a la larga significará salarios y prestaciones diferentes al resto del país, contenidos y métodos diferentes, etc.

Esta lucha implica pugnar por la unidad, la democracia y la independencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación contra el grupo de Gordillo que lo lleva al desmembramiento y que acepta todas las políticas destructivas de los organismos financieros internacionales.

Finalmente, la unidad es necesaria para luchar por la unidad de la nación y por la defensa del petróleo. La escuela pública está condenada a la desaparición si el gobierno espurio logra entregar Pemex a las compañías transnacionales. Por ello, AGR llama a unir fuerzas alrededor de la lucha a la que ha convocado Andrés Manuel López Obrador, movilizando a cientos de miles de personas en todo el país. En el punto de la defensa de Pemex hacemos unidad con todos los que estén dispuestos a movilizarse en ese sentido.

AGR entiende que no se trata de una “unidad a toda costa”, simplemente se trata de tener la voluntad de unir fuerzas en aquellos puntos que constituyen demandas fundamentales de todos los trabajadores de la educación y más allá, del pueblo mexicano. Es evidente que en muchos otros temas hay diferencias y que éstas es necesario discutirlas, pero no ponerlas por delante para negar la necesidad de la unidad. La fuerza del pueblo trabajador es su número, su masa, su movimiento. Pero sólo se puede poner en acción si se obliga a los dirigentes a unir las fuerzas y a respetar las decisiones de los trabajadores.

Los compañeros del CCL, como todos los que niegan la necesidad de unir fuerzas, terminan, desgraciadamente, cooperando involuntariamente con los enemigos del ISSSTE, de la escuela pública y de Pemex, al propiciar la división y la confusión en las filas del magisterio y del pueblo trabajador.

La lucha por la unidad alrededor de las reivindicaciones de los trabajadores, para abrogar la ley malnacida que destruye al ISSSTE solidario, para defender nuestra escuela y nuestro sindicato, para defender a nuestra nación, es un elemento del quehacer cotidiano de Asamblea General de Representantes, y así lo haremos patente en el congreso de la CNTE y en las movilizaciones en defensa del petróleo.

ASAMBLEA GENERAL DE REPRESENTANTES

22 de abril de 2008

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