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Impidamos la reforma laboral
Hagamos cumplir los derechos de todos los trabajadores
El proyecto de reforma laboral del gobierno, se exhibe en el despido de los más de 44 mil trabajadores del SME y su sustitución por trabajadores subcontratados, a quienes no se les respetan sus derechos más elementales.
Acabar con los derechos laborales y con los sindicatos, es el proyecto patronal: que los trabajadores que aún conservan derechos, como el magisterio, telefonistas, universitarios, petroleros, al servicio del Estado, sigan siendo sustituidos por trabajadores subcontratados y sin respetar sus derechos, como ya ocurre de manera generalizada con quienes hacen labores de limpieza y vigilancia, todo esto de manera ilegal, pues no han sido reformadas las leyes laborales. Esto ocurre en el Gobierno Federal y de todas las entidades federativas, incluido el GDF.
La intensa campaña de los patrones y su gobierno, se centra en decir que los trabajadores con derechos, son “privilegiados” y que son la causa del desempleo y los bajos salarios.
Aprovechando el enorme desempleo y la desorganización de los trabajadores, los gobiernos de todos los niveles y entidades federativas, continúan con la privatización -abierta o encubierta- mediante subcontratación y contrataciones individuales “por honorarios” lo que es ilegal y viola los contratos colectivos. En el GDF son 100 mil los trabajadores contratados como “prestadores de servicios profesionales”, para negarles sus derechos laborales, a pesar de que realizan funciones de base, lo cual es absolutamente ilegal.
Al mismo tiempo que en las empresas privadas, se violan cada vez más los derechos laborales y las juntas de conciliación y arbitraje, favorecen a los patrones, con las más burdas violaciones a los derechos laborales, como en el caso de los mineros y el SME. Incluso, una vez ganadas muchas demandas a favor de los trabajadores, los patrones (empresas y autoridades gubernamentales), se niegan a cumplir los laudos.
De esta manera, el gobierno prepara las condiciones para imponer su reforma laboral e incluso está dispuesto a declarar en quiebra y extinguir al IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE y universidades.
En estas condiciones, la lucha por la defensa de los derechos laborales solamente puede ser iniciada por los trabajadores que aún conservan derechos y organización, pero llamando a la lucha organizada a la mayoría de los trabajadores, a quienes no se les respetan sus derechos laborales, que muchas veces ignoran. El objetivo, necesita ser, no sólo que permanezcan los derechos escritos en la ley, sino sobre todo, que se cumplan.
El cumplimiento de los derechos laborales, en gran medida sería la salida a la crisis, para la mayoría de los mexicanos, pues esto implica satisfacer las siguientes demandas:
· Empleo para todos con pleno respeto a los derechos laborales.
· Aumento salarial, hasta hacer que se cumpla el mínimo constitucional: el suficiente para satisfacer todas las necesidades normales de una familia.
· Recuperar la seguridad social solidaria para todos. Nacionalización de las Afore.
· Respeto a la organización autónoma de los trabajadores, sin injerencia del gobierno y los patrones (democracia sindical); y a ejercer la huelga.
Los derechos laborales son conquistas de la Revolución Mexicana y de las décadas de lucha siguientes, pues fue mediante la organización, movilizaciones y huelgas, que se logró establecer derechos en la Ley Federal del Trabajo, cuyo cumplimiento se reflejó en salarios y prestaciones que se lograron alcanzar, muy superiores a los actuales, que están a punto de arrebatarnos completamente: estabilidad en el empleo, servicios médicos, aguinaldo, vacaciones, préstamos para vivienda, jubilaciones y pensiones, entre otros.
La propaganda gubernamental dice que no hay recursos, pero eso es falso. Nuestro país cuenta con enormes riquezas, pero están siendo saqueadas. Es posible dar cumplimiento a los derechos laborales y sociales, si el patrimonio nacional se usa para satisfacer las necesidades del Pueblo.
La fuerza que necesitamos para lograrlo es la de la mayoría de los trabajadores, que se encuentran desempleados, precarizados, en actividades informales, subcontratados o por honorarios. Muchos no conocen sus derechos e incluso ni siquiera se reconocen como trabajadores, pues la propaganda trate de hacerles creer que son “empresarios”.
Sin incorporar a la mayoría a la lucha, para el gobierno sería bastante fácil aislar a los trabajadores movilizados, pues continuaría presentándola como solamente de “los sindicatos” y peor aún, permitiríamos que el gobierno tuviera éxito con su actual campaña para imponer la reforma laboral, centrada en la promesa de “más y mejores empleos” que serían resultado –dice- de acabar con los trabajadores “privilegiados” y eliminar las “trabas” a la creación de empleos. Esta campaña tiene el mismo esquema usado para imponer las contrarreformas a las leyes del IMSS y del ISSSTE, las Afore, así como, la extinción y privatización de la empresa Luz y Fuerza y el despido masivo de los trabajadores del SME.
Somos los trabajadores quienes producimos toda la riqueza y hacemos funcionar al país, organizados, podremos hacer cumplir nuestros derechos, pues podremos hacer uso del recurso de la huelga general, ante la cual, cualquier gobierno, o cumple las demandas, o se tiene que ir, para ser reemplazado por otro que esté a favor de los trabajadores y del Pueblo.
¡Apoyo total a la lucha del SME y de los mineros,
que es la lucha de todos los trabajadores!
NO A LA REFORMA LABORAL,
Apoyo a las demandas del Sindicato por la Unidad de los Trabajadores de los IEMS
No más asesinatos de luchadores sociales y del Pueblo, en Copala y en todo el país.
¡Desmilitarización del territorio nacional y libertad a los presos políticos!
Asiste a la 2a Asamblea General de los Trabajadores del Gobierno del GDF el 29 de mayo.
Asamblea General de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal
agt-gdf@hotmail.com www.agtgdf.wordpress.com
Asamblea General de Representantes de la Sección 10 del SNTE–CNTE magisteriodiez@gmail.com
Movimiento Revolucionario del Pueblo
Ciudad de México, 1 de mayo de 2010.
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